Habitar el gesto (La Habana, 2019-2020) es un proyecto de Naves Matadero Madrid–Centro Internacional de Artes Vivas en colaboración con un equipo de instituciones, investigadoras y profesionales cubanos de diversas disciplinas (artes escénicas, arquitectura, derecho, artes visuales, especialistas de patrimonio, etc.) y apoyado por la Fundación Siemens.
Se ideó para poner en relación la práctica arquitectónica con la comunidad artística y humana de la ciudad de La Habana, a partir del conocimiento y la experimentación relacional, en el ámbito social y comunitario, del arquitecto Santiago Cirugeda y su colectivo Recetas Urbanas. Debido a la incuestionable importancia de la arquitectura en La Habana y el interés de la comunidad para crear a partir del diálogo, nos planteamos invitar a Santiago Cirugeda para entablar una relación directa con la comunidad artística local y la sociedad, vinculada a los diferentes espacios sobre los que nos gustaría intervenir y articular un pensamiento colectivo.
Por la naturaleza de rescate e investigación en espacios de valor patrimonial de la ciudad de La Habana, siempre en beneficio y función de las comunidades que los habitan, la belleza y relevancia cultural de los mismos, y la potencia que estos pueden detonar en función del entorno urbano y la geografía comunitaria en la que están enclavados, Habitar el gesto se erige como un proyecto que desea realizar una intervención artística y arquitectónica de peso en un espacio específico de la ciudad, luego de haber considerado disímiles espacios, edificaciones y comunidades cuyo valor patrimonial es innegable. Este espacio central sería la casona ubicada en la calle Línea esquina a 14, en la barriada de El Vedado, más conocida como la Casa de Dulce María Loynaz, donde la grande escritora residió con su familia durante largos años.
La idea fue siempre trabajar desde el concepto de colaboración y generar dos equipos para laborar en estrecha relación en las dos localidades: España (equipo de trabajo de Recetas Urbanas-Sevilla y Naves Matadero-Madrid) y La Habana (núcleo de tres investigadoras y críticas escénicas que ya generaban iniciativas entre sí).